sábado, 27 de marzo de 2010

EL LIBRO DE SATAN

1. En este árido desierto de acero y piedra, elevo mi
voz para que puedas oírla, Al Este y al Oeste
hago una seña. Al Norte y al Sur muestro un
signo que proclama: ¡Muerte a los débiles, salud
para los fuertes!
2. ¡Abrid los ojos para que podáis ver, oh, hombres
de mente enmohecida, y escuchadme bien,
vosotros, la multitud de seres desorientados!
3. ¡Pues yo me alzo para desafiar a la sabiduría del
mundo, para pedir explicaciones a las «leyes» del
hombre y de «Dios»!
4. Yo exijo razones de vuestras reglas doradas y
pregunto el porqué de vuestros mandamientos7. Ninguna vetusta falsedad será para mí una
verdad; ningún dogma sofocante entorpecerá mi
pluma.
8. Me aparto de todos los convencionalismos que no
me lleven al éxito y a la felicidad en la Tierra.
9. Elevo con severa energía el estandarte de los
fuertes.
10. Clavo mi mirada en los ojos vidriosos de vuestro
espantoso Jehová, y le tiro de la barba. Alzo un1. Mirad al crucifijo. ¿Qué simboliza? Pálida
incompetencia colgada de un árbol.
2. Pongo en duda todas las cosas. Colocándome
ante las podridas y barnizadas fachadas de
vuestros más excelsos dogmas morales, escribo
con letras de llameante desprecio: «¡ Ojo! ¡Mucho
cuidan! ¡Todo esto es fraude!.
3. ¡Congregaos en torno a mí, oh, vosotros que
desafiáis a la muerte, y la Tierra será vuestra,
para ahora y para siempre!5. ¡Los falsos profetas han estado invirtiendo por
mucho tiempo lo justo y lo injusto, lo bueno y lo
malo!
6. Ningún credo debe ser aceptado como imposición
de la autoridad de una naturaleza “divina”. Las
religiones deben ser puestas en duda. Ningún
dogma moral debe ser aceptado dado por hecho;
—ninguna patrón de medida debe ser deificado.
En los códigos morales no hay nada
inherentemente sagrado. Al igual que los ídolos
de madera de tiempos remotos, son obras de
manos humanas, ¡y lo que el hombre ha hecho
puede destruirlo!
7. El que no se apresura a creer en todo es
sumamente inteligente, pues disponerse a creer en
un falso principio es comenzar a carecer de
sabiduría.
8. El deber principal de toda nueva época es enseñar
a los nuevos hombres a determinar sus libertades,
a dirigirlas hacia el éxito material, a rechazar los
candados y cadenas oxidadas de las costumbres
muertas que impiden siempre la expansión
saludable, aquellas teorías e ideas que pudieron
haber significado vida, esperanza y libertad para9. ¡Cuándo el medio ambiente cambia, ningún ideal
humano permanece seguro!
10. Por lo tanto, cada vez que una mentira se hayaprosperar bajo el dominio de una falsedad
inconveniente.
11. ¡Destronemos los sofismas establecidos,
arranquémoslos de cuajo, quemémoslos y
destruyámoslos, pues son una amenaza para toda
la auténtica nobleza del pensamiento y la acción!
12. ¡Cada vez que por medio de los resultados quede
demostrado que una pretendida «verdad» no es
más que una vana ficción!. ¡Arrojémosla sin
ceremonia hacia la oscuridad exterior, y que
caiga entre los dioses muertos, los imperios
muertos, las filosofías muertas y otras ruinas
inútiles! ¡Su puesto está entre los trastos viejos!
13. La más peligrosa de todas las mentiras
entronizadas es la mentira santa, santificada,
privilegiada; la mentira que todo el mundo toma
por un modelo de verdad. Es la madre nutricia de
todos los otros espejismos y errores populares, Es
el árbol, con cabeza de hidra y mil raíces de lo
irrazonable, ¡Es un cáncer social!
14. Aquella mentira que se muestra a nosotros como15. Las mentiras populares han sido siempre las más
potentes enemigas de la libertad personal. No
existe más que una forma de hacerles frente:
arrancarlas, arrancarlas de cuajo, como si fueran1. “Amaos los unos a los otros”. Se nos dice que
esto es la ley suprema, Pero ¿qué poder lo ha
hecho así? ¿Sobre qué autoridad racional reposa
el evangelio del amor? ¿Por qué no habría yo de
odiar a mis enemigos? Si los «amo», ¿no me
pongo a merced de ellos?
2. ¿Es natural que los enemigos se hagan el bien los
unos a los otros? ¿Es bueno eso?
3. ¿Puede la víctima desgarrada y ensangrentada
"amar" las fauces ensangrentadas que le van
arrancando miembro tras miembro?
4. ¿No somos todos por instinto animales de presa?
Si los seres humanos cesaran totalmente de
atacarse los unos a los otros, como animales de
presa, ¿podrían continuar existiendo?
5. ¿No es el «deseo lujurioso y camal» un término
más veraz para definir al "amor" cuando lo
aplicamos a la propagación de la especie’? El
"amor" de las aduladoras escrituras, ¿no es un
simple eufemismo de la actividad sexual? ¿O6. Ama a tus enemigos y haz el bien a los que te
odian y te explotan. ¿No es esta la despreciable
filosofía del perro de aguas que gira sobre sula otra! Abofetéale con toda tu alma, pues el velar
por uno mismo es la ley más excelsa.
8. ¡El que ofrece la otra mejilla es un perro cobarde!
9. Devuelve golpe por golpe, desprecio por
desprecio, ruina por ruina, ¡y devuélvelos con
interés del ciento por ciento! Ojo por ojo, diente
por diente, ¡siempre en una proporción de cuatro
a uno, de cien a uno! Conviértete en el temor de
tu adversario, y cuando él se aleje, lo hará con
mucha más sabiduría que rumiar. De este modo,
te harás respetar en todas las esferas de la vida, y
tu espíritu, tu espíritu -inmortal, vivirá, no en un
paraíso intangible, sino en el cerebro y en las
fibras de aquellos cuyo respeto has conquistado
lomo cuando le dan patadas?
7. Odia a tus enemigos con todo tu corazón, y si un
hombre te abofetea en la mejilla, ¡Abofetéale en
acaso el «gran maestro» era un glorificador de los
eunucos
cánceres. ¡Aniquiladlas o ellas aniquilarán!
media mentira está medio erradicada; Pero
aquella mentira que incluso las personas
inteligentes aceptan como un hecho -la mentira
que le ha sido inculcada al niño cuando reposaba
en las rodillas de su madre-, ¡esa es más peligrosa
instalado en un trono, asaltémosla sin piedad y
sin escrúpulos de conciencia, pues nadie puede
nuestros antepasados, es posible que ahora
representen para nosotros destrucción, esclavitud
y deshonor
4. A la mano muerta se le ha permitido durante
demasiado tiempo que esterilice el pensamiento
vivo.
hacha y abro en dos su cráneo devorado por los
gusanos.
11. Hago estallar el horrible contenido de los
sepulcros filosóficos marchitos, y río con ira
sardónica.
5. No me inclino en señal de sumisión ante ninguno
de vuestros ídolos pintados, y el que me diga «tú
lo harás» es mi enemigo mortal.
6. Hundo mi dedo en la sangre aguada de vuestro
impotente y loco redentor, y escribo en su frente
desgarrada por las espinas: «el verdadero
príncipe del mal; ¡el rey de los esclavos!».

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